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Domingo7

Cada quien a su manera

M.C. Javier Ramírez Romo*

Colotlán, Jalisco

Así es, cada quien, a su manera por supuesto, decide qué hacer, cómo hacerlo y, el por qué hacerlo. Todo esto viene a colación a raíz de dos excelentes narraciones de Luis Sandoval Godoy encontradas en la antología narrativa Siga la flecha. A mi manera, y no es precisamente teniendo en mente el tema de una canción popular bastante conocida, como trato de valorar y reconocer la calidad de este gran escritor teulense.

Que bueno sería el poder seguir una flecha para encontrar nuestro destino, para resolver y saciar nuestras necesidades, las económicas y las del espíritu. Tentadora invitación a la lectura y a la reflexión, la señal de un tesoro invaluable, la buena prosa, la buena literatura; el placer de leer, una cosa simple, sólo seguir el rumbo de lo que deseamos y apetecemos.

Serán los pasos, nuestros pasos en este mundo, los míos; acaso un destino en el momento, en mi momento, en un sitio, mi sitio, como una flecha pintada en el tiempo que guía nuestro camino, mi camino. Tratando de discernir lo que somos, lo que soy y lo que queremos ser, lo que quiero ser; teniendo que seguir un rumbo como quien sigue una flecha. Una flecha en el viento, en un imaginario, el mío, un espacio concreto en el mundo, mi mundo.

Una flecha en medio de nuestras propias circunstancias. Sensaciones –las mías-- gustos y tristezas, que vemos plasmadas y reflejadas en éstas cuantas líneas. Flecha cuyo trayecto, ya no tan breve para mí, orienta nuestros sueños, mis sueños, en esa cosa que llamamos vida.

Siga la flecha, viene a ser, sin duda alguna, una excelente referencia y un punto de partida, una línea que va hacia allá, sabiendo hacia donde vamos a llegar ¿o no?

Brilla con luz propia, por su belleza y dramatismo, así como por su alto contenido de emotividad “el velorio”. En este relato magnífico e inolvidable, la vida y la muerte se ven confrontadas con personajes de existencias comunes y corrientes, de esas a las que no se les exigen actos heroicos. Es para aquel lector que quiere hundirse en un texto, sumergirse como quien se tira de cabeza al agua y vivir esa realidad del libro con todas las pasiones, con todas las emociones, abrazarse al autor y decir, bueno, juntos vamos a ver qué descubrimos aquí. Y eso es todo.

Son historias que el entorno suscita, sueños de las gentes, de lo que les pasa; situaciones y personajes inolvidables, temas demasiado humanos y contados con un tono acogedor que nos involucra.

Bueno, esto es una invitación, sin menoscabo alguno, a la lectura y a la reflexión de estos breves pero excelentes relatos, tejidos con los hilos inconfundibles del ingenio de Don Luis Sandoval Godoy.

 

* Profesor de tiempo completo del Centro Universitario del Norte de la Universidad de Guadalajara.

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