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Domingo7

Opinión

Tenemos en nuestras manos la posibilidad de construir un mundo diferente: Paco Ignacio Taibo II

 

Al recibir el premio Narrativa Colima 2007, que otorgan cada año el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y la Universidad de Colima para obra publicada, el escritor Paco Ignacio Taibo II afirmó que es mentira "el rumor" de que en México sólo triunfan los políticos corruptos y los narcos.

Dijo a los jóvenes: "Ni están ustedes condenados a ser empujadores de carritos en un supermercado, ni están condenados a vivir en un país en el cual tenemos un presidente impuesto por medio de un fraude electoral; somos ciudadanos de uno de los países más maravillosos del planeta y merecemos destinos diferentes a los destinos de la apatía, la conformidad, la rutina, la explotación y el miedo”.

"Tenemos en nuestras manos –añadió-- la posibilidad de construir un mundo diferente, y la literatura es uno de los caminos de construcción de pensamiento utópico, de pensamiento crítico, es uno de los espacios de libertad. Cuando los tiempos se oscurecen, como nos sucede en estos momentos en México, siempre te puedes esconder debajo de las sábanas y, con una linterna metida en la boca para que nadie se dé cuenta, ponerte a leer".

Paco Ignacio Taibo II recibió el premio Narrativa Colima 2007 por su libro Pancho Villa. Una biografía narrativa, que de acuerdo con el jurado es una obra "excepcionalmente documentada, con una narrativa inusitada en el género y que revela facetas fundamentales e inéditas de un personaje clave en el México moderno".


Fuente: http://www.proceso.com.mx/noticia.html?sec=7&nta=55591&nsec=Cultura+y+Espect%E1culos

(Consulta: 4 de diciembre de 2007)

Cada quien a su manera

M.C. Javier Ramírez Romo*

Colotlán, Jalisco

Así es, cada quien, a su manera por supuesto, decide qué hacer, cómo hacerlo y, el por qué hacerlo. Todo esto viene a colación a raíz de dos excelentes narraciones de Luis Sandoval Godoy encontradas en la antología narrativa Siga la flecha. A mi manera, y no es precisamente teniendo en mente el tema de una canción popular bastante conocida, como trato de valorar y reconocer la calidad de este gran escritor teulense.

Que bueno sería el poder seguir una flecha para encontrar nuestro destino, para resolver y saciar nuestras necesidades, las económicas y las del espíritu. Tentadora invitación a la lectura y a la reflexión, la señal de un tesoro invaluable, la buena prosa, la buena literatura; el placer de leer, una cosa simple, sólo seguir el rumbo de lo que deseamos y apetecemos.

Serán los pasos, nuestros pasos en este mundo, los míos; acaso un destino en el momento, en mi momento, en un sitio, mi sitio, como una flecha pintada en el tiempo que guía nuestro camino, mi camino. Tratando de discernir lo que somos, lo que soy y lo que queremos ser, lo que quiero ser; teniendo que seguir un rumbo como quien sigue una flecha. Una flecha en el viento, en un imaginario, el mío, un espacio concreto en el mundo, mi mundo.

Una flecha en medio de nuestras propias circunstancias. Sensaciones –las mías-- gustos y tristezas, que vemos plasmadas y reflejadas en éstas cuantas líneas. Flecha cuyo trayecto, ya no tan breve para mí, orienta nuestros sueños, mis sueños, en esa cosa que llamamos vida.

Siga la flecha, viene a ser, sin duda alguna, una excelente referencia y un punto de partida, una línea que va hacia allá, sabiendo hacia donde vamos a llegar ¿o no?

Brilla con luz propia, por su belleza y dramatismo, así como por su alto contenido de emotividad “el velorio”. En este relato magnífico e inolvidable, la vida y la muerte se ven confrontadas con personajes de existencias comunes y corrientes, de esas a las que no se les exigen actos heroicos. Es para aquel lector que quiere hundirse en un texto, sumergirse como quien se tira de cabeza al agua y vivir esa realidad del libro con todas las pasiones, con todas las emociones, abrazarse al autor y decir, bueno, juntos vamos a ver qué descubrimos aquí. Y eso es todo.

Son historias que el entorno suscita, sueños de las gentes, de lo que les pasa; situaciones y personajes inolvidables, temas demasiado humanos y contados con un tono acogedor que nos involucra.

Bueno, esto es una invitación, sin menoscabo alguno, a la lectura y a la reflexión de estos breves pero excelentes relatos, tejidos con los hilos inconfundibles del ingenio de Don Luis Sandoval Godoy.

 

* Profesor de tiempo completo del Centro Universitario del Norte de la Universidad de Guadalajara.

Cinco años de invasión a Irak

“Sólo quiero que ustedes lo sepan, cuando hablamos de guerra,

en realidad hablamos de paz.” George Bush, presidente de EEUU

LA REDACCIÓN

El 20 de marzo de 2003, Estados Unidos y un reducido grupo de países invadieron Irak. A sangre y fuego. Inventaron informes falsos para asegurar que el gobierno de Sadam Hussein fabricaba armas químicas. Hicieron creer que aquello sería fácil. Y sí, entraron fácil. En cosa de dos o tres días los aviones, tanques, ejércitos extranjeros estaban en todo el país. El presidente Bush había prometido hacer una guerra corta para llegar a una paz duradera. Fue mentira. La guerra se prolonga y la paz sólo es un sueño lejano. ¿Qué siguen haciendo los gringos en Irak? ¿Qué buscan? ¿Democracia? ¿Petróleo? ¿Negocios?

Se han cumplido cinco años y los iraquíes siguen en rebeldía. Los ejércitos invasores y todo su poderío no han podido con la bravura árabe. El poderoso armamento norteamericano con ha podido con la dignidad árabe.

Cinco meses antes de la invasión, el senador Pat Buchanan había escrito:

“…la única empresa en la que los pueblos islámicos sobresalen es en expulsar a las potencias imperiales mediante el terrorismo o la guerra de guerrillas”.

“Sacaron a los británicos de Palestina y Adén, a los franceses de Argelia, a los estadunidenses de Somalia y Beirut, a los israelíes de Líbano. Hemos emprendido el camino hacia el imperio y pasando la próxima colina nos encontraremos con quienes fueron antes que nosotros. La única lección que aprendemos de la historia es que no aprendemos de la historia.”

Cinco años de invasión. Nunca encontraron armas de destrucción masiva. Todo fue un engaño. Pero el horror que vive la gente de Irak no es engañoso. Unos hablan de un millón de muertos; otros que son menos, por lo menos, 250 mil fallecidos. Más de cuatro millones de iraquíes dejaron sus casas; la mitad de ellos se retiró a países vecinos. Millones de personas viven sin agua y sin atención médica. En cada hogar hay luz eléctrica menos de cinco horas al día. De cada cien iraquíes, entre 40 y 70, no tienen empleo. Irak quedó destrozado y la reconstrucción va lenta, la guerra lo impide.

Estados Unidos realiza una invasión cruel, brutal. A base de detenciones arbitrarias, establecimientos de centros de reclusión infames, donde se tortura vilmente a los detenidos. Una ocupación de locura, donde son frecuentes los homicidios, golpizas, ejecuciones, violaciones. Crímenes contra la humanidad.

Hasta el momento 4000 soldados estadounidenses, 175 ingleses y 180 de otros países han sido enviados a la muerte. La invasión ha costado a Estados Unidos cerca de 500 mil millones de dólares. Y el país no está en paz. Irak arde. Los árabes se defienden desesperadamente. El terrorismo sólo es resultado de las agresiones extranjeras. El terror es respuesta a la ocupación de tierras musulmanas, dice Robert Fisk. Se acaba la invasión criminal y se acaba el terrorismo. Pero la invasión continúa. Más fuerte que la prudencia, son la industria de las armas, la ambición del petróleo, los negocios gringos de “reconstruir” Irak. Dinero conseguido con la historia gringa manchada de sangre inocente.

En la mente del gobierno y las empresas criminales de Estados Unidos algo está terriblemente equivocado.

Mientras, nosotros en esta villa del sur de Zacatecas, parece que Irak nos queda muy lejos. ¿Algo podemos hacer? La tragedia iraquí es tanta, que nuestros esfuerzos resultan insignificantes. Por lo menos estemos informados, para saber el tamaño de la infamia que comete Estados Unidos. Y que cuando hablemos de paz, unión, democracia, respeto a los demás, de veras así sea. La paz en la sociedad empieza en el corazón de cada quien. Que de ahí salga la paz duradera. Pero para que haya reconciliación y entendimiento, tiene que cesar la injusticia. Aquí y en Irak.

Lydia Cacho, otro caso más de negación de justicia

 

…urge tomar conciencia de la situación precaria que afecta la dignidad de muchas mujeres. Algunas, desde niñas y adolescentes, son sometidas a múltiples formas de violencia dentro y fuera de casa: tráfico, violación, servidumbre y acoso sexual…

V CELAM

Aparecida, Nº 48

 

Lydia Cacho es el nombre de la periodista que en abril de 2005 publicó el libro Los demonios del Edén, en donde denunció que en México hay una mafia formada por políticos y empresarios millonarios que se dedican al lavado de dinero, la violación, corrupción de menores de edad, turismo sexual, pornografía infantil y tráfico de niños (y niñas) para explotación sexual.

Ocho meses después, en diciembre de 2005, fue detenida en Cancún por ocho hombres, sin mostrarle orden de aprehensión y trasladada hasta Puebla. El viaje duró 21 horas por carretera. Lydia Cacho pensó que la iban a matar. Esa fue tortura psicológica. La llevaron ante los tribunales de Puebla acusada de difamar y calumniar a un poderoso empresario, patrocinador de la campaña del gobernador priista de ese estado. Por la presión de la sociedad civil y personalidades de la ciencia y la cultura, Lydia Cacho fue puesta en libertad.

Después hubo unas llamadas telefónicas hechas públicas por las que se supo que el gober precioso mandó detener a la periodista para quedar bien con su amigo empresario.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación aceptó investigar al gobernador de Puebla y toda la red de funcionarios públicos involucrados. A finales del mes de noviembre de este año, 6 ministros (entre ellos dos mujeres) de la Suprema Corte resolvieron que no hubo violación a los derechos humanos de la periodista y que no era función de la Corte investigar las redes de pederastia y explotación sexual infantil. En cambio, cuatro ministros pedían que se juzgara al gobernador de Puebla por perseguir a la periodista Lydia Cacho a solicitud del empresario Kamel Nacif. 6 votos contra cuatro. Ganó la protección a la red de pederastas.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación volvió a la vieja tradición mexicana que prefiere cerrar los ojos ante los abusos de las personas que tienen poder. Impunidad. Negación de justicia. ¿En qué país vivimos? ¿Acaso vamos a acostumbrarnos a vivir entre la corrupción y el cinismo de quienes gobiernan? ¿A dónde va nuestra sociedad? ¿Qué hacemos para mejorar el mundo?

El pueblo tiene la última palabra. La sociedad puede cambiar las cosas cuando nos lastime la conciencia ver tanto desempleo, campos abandonados, jóvenes sin oportunidades, mentes sin ideales, gobiernos que se enriquecen frente a tanto dolor. (HAG)