LUZ FILTRADA
Días de reflexión
ELISEO GONZALEZ RIVAS
¿Que tal amigos(as)?, considerando que acabamos de conmemorar la cuaresma, como la palabra lo indica, pascua o paso del Señor, según las antiguas escrituras, o fiesta de la Resurrección del Señor como lo es ahora. Y además, el inicio de la primavera, época de renacer.
Son días que nos invitan a reflexionar sobre lo que estamos haciendo con nuestra existencia. Analicemos lo siguiente:
Soy el amo absoluto de mis hechos, el único dueño de mi persona, el creador de mi conciencia, el productor de mis acciones. Dios y la naturaleza me han concedido las facultades necesarias para hacerme sensato y pensador; me han constituido con un organismo capaz de producir calor vital y luz en mi cerebro; con un cuerpo cuya materia sólo necesita ser fortificada, y una mente que únicamente espera ser elevada.
Mi criterio es un poder del que dependen mis acciones, mi ser es un mundo que progresa para ejercitar ese poder, poseo la voluntad que ejecuta y el espíritu que domina. Estas dos fuerzas me dan la facultad de realizar las más nobles ambiciones, mientras no cese de encauzar mis energías hacia el fin propuesto.
Por consiguiente, debo cuidar mi cuerpo para evitar la prematura extinción de la vida; debo creer que existe en mí la inteligencia concedida sin excepción a todos los seres animados, la que sólo necesita ser desarrollada convenientemente.
El fin último que perseguimos en este mundo es ser felices.
Yo creía que para ser feliz había que tener mucho dinero, propiedades, degustar los platillos más sofisticados en el restaurant más caro, pasear con la mujer más bella en un auto deportivo último modelo, en fin, ser tan poderoso que todo mundo me rindiera pleitesía. Pero he descubierto que es todo lo contrario, la felicidad no se conjuga con el verbo TENER, sino con el verbo SER y HACER. La felicidad no consiste en añorar las cosas que nos faltan, sino en saber disfrutar las que sí tenemos; comer con buen apetito, aunque solo sea un buen plato de frijoles; valorar, amar y cuidar a la mujer que está a nuestro lado, y en lugar de que la gente nos rinda, tratar de hacer algo bueno cada día por los demás, y en ser agradecidos con Dios y con la vida por todo lo que se nos ha dado.
Por lo tanto quiero aprovechar este espacio para agradecer al Ser Supremo que me ha creado, a mi madre que me trajo al mundo y que me cuida desde el cielo, a mi padre que me ha guiado y dado su valioso consejo, a mis hermanos y hermanas que siempre me tienen presente, a mi esposa, hija e hijos que me proporcionan todo su cariño, en fin, a todos mis familiares, amigos, vecinos y conocidos que de una o de otra forma han influido para que ahora esté viviendo esta etapa de mi vida, en la cual me siento pleno y feliz.
¡¡¡ GRACIAS, MUCHAS GRACIAS !!!
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