El presidente municipal intenta intimidar a Domingo 7

LA REDACCIÓN

 

El martes 15 de enero la mayoría perredista del ayuntamiento acordó que la sesión de ese día fuera privada. El presidente municipal le pidió tres veces a Hugo Ávila, representante de nuestro periódico, que abandonara la sala de cabildos. Nuestro compañero manifestó que en la reunión se tratarían asuntos de interés para la población; que él estaba ahí como ciudadano y como miembro del periódico local, y como la gente tiene el derecho de estar informada, en nombre de ese derecho se quedaba en la sesión.

Víctor Manuel Llamas, regidor del Partido del Trabajo, opinó que una orden sin fundamento no podía respetarse. Por su parte, Luis Humberto Cortés, del PRI, preguntó si había algún asunto a tratar donde que pusiera en riesgo la integridad física, la honra o la vida privada de algún ciudadano o la seguridad pública o la seguridad nacional. El presidente municipal no supo responder.

Por su parte, el secretario de gobierno, Cipriano Castañeda, informó que se presentaría el Plan Municipal de Desarrollo, y para evitar que se distorsionara la información era preferible que la gente se enterara de la decisión final del ayuntamiento.

Para terminar con el debate, el presidente municipal suspendió la sesión, bajo el argumento de que no había condiciones para llevar a cabo la junta planeada como privada.

En represalia contra nuestro colaborador Hugo Ávila, el presidente municipal le envió tres citatorios ordenándole que se presentara en su privado, “para tratar un asunto legal que le concierne”. El último citatorio prevenía que en caso de no acudir a la cita, sería llevado por medio de la fuerza pública. El integrante del consejo editorial de Domingo 7 no se presentó en ninguna de las tres ocasiones. Hasta la fecha, tampoco el presidente ha cumplido su advertencia. Mientras tanto, ya anunció que las juntas de cabildo seguirán siendo privadas.