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Domingo7

Fragilidad

La fortuna es de vidrio; brilla, pero es frágil.

Cuánto esfuerzo dedicamos en la vida a intentar ser completamente autosuficientes. Ciframos nuestra valía en las aptitudes personales cuando el hombre, por si solo, no puede gran cosa.

Nuestro ego nos impide aceptar nuestra fragilidad y busca compensar ésta con la buena fortuna. Sin embargo, la solución a todas nuestras humanas limitaciones está precisamente en aceptar que necesitamos a las personas que nos rodean. Y solo conseguiremos vivir en plenitud si desde nuestra fragilidad descubrimos que esas aptitudes que poseemos solo sirven para ponerlas al servicio de los demás. Tendríamos que cambiar la búsqueda de la autosuficiencia y la seguridad por la confianza y el agradecimiento.

 

 

Charles Evans

 

 

http://www.pastoralsj.org/

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